
El circuito elegido ha sido perfecto para ofrecer en toda su grandeza calles, plazas, parques y patrimonio de Londres.
Tras la clausura de los Juegos, el alcalde de Londres, Boris Johnson, cifró los beneficios de la cita olímpica en unos 16.300 millones de euros después de que la ciudad haya recibido durante los días que ha durado la competición 300.000 visitantes internacionales y 600.000 nacionales.
La ocupación hotelera fue del 84% y la llegada masiva de visitantes a la ciudad ha aumentado un 20% los ingresos en el sector de la restauración durante las dos últimas semanas, mientras que bares y discotecas han visto cómo su volumen de negocio crecía el 24% durante los Juegos, relató Johnson.
Londres ya estaba entre las ciudades más deseadas para vivir o visitar. Ahora incrementa su ventaja y seguramente liderará Europa durante bastante tiempo. En la mente de todos los telespectadores del mundo han quedado las bellas imágenes de sus calles, plazas, parques y monumentos unidos a la euforia del deporte olímpico. Imágenes abrazadas a sensaciones positivas de nuestro tiempo de ocio como son unas Olimpiadas.
Recordemos que Barcelona se sitúo entre las ciudades con mejor reputación desde los JJ.OO. de 1992, aún no caído de aquel pedestal y está entre las mejores ciudades europeas para invertir, visitar o residir. Unos JJ.OO. son una inversión muy positiva para varias décadas o para siempre dependiendo de la gestión e inversión posterior en el citybranding y citymarketing. El posicionamiento de Londres en la mente de los viajeros del mundo perdurará mucho tiempo.