Barcelona 92 o el city branding perfecto

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Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 han sido, a juicio de los expertos, la mejor y más eficaz estrategia de city branding llevada a cabo en España hasta el momento. A 25 años de su celebración, repasamos los hitos más importantes de este acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia de la comunicación y los eventos, gracias al talento de profesionales como Luis Bassat y el equipo de Ovideo-Bassat-Sport.

Una olimpiada convierte al anfitrión en el centro del mundo. Como explica Emilio Fernández Peña en su libro “Juegos Olímpicos, televisión y redes sociales”, estos macro-acontecimientos deportivos “son un elemento importante del city branding, es decir, del “proceso de construir una imagen internacional positiva de la ciudad que alimente, además, sus sectores productivos ligados al ocio, los congresos y las tecnologías de la información y la comunicación”.

El de los JJ.OO. de Barcelona es un caso de éxito, no solo por la brillante organización sino también por rentabilización posterior. Tanto para Barcelona, en concreto, como para la marca España. De hecho, se estudia en las escuelas de marketing y de negocios como un ejemplo perfecto de marketing de ciudades. El boom turístico del que ahora se queja la capital catalana, así como su elección como sede del Mobile Word Congress y de centros formativos o multinacionales son el fruto de la eficaz maquinaria de branding, mercadotecnia y comunicación puesta en marcha hace ahora 25 años.

Fuente: ipmark.com

 

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Cinco dimensiones que evalúan las ciudades

El estudio de GFK y Simon Anholt, experto en identidad e imagen, evalúa la potencia y el atractivo de cada ciudad y ofrece una perspectiva holística basada en cinco dimensiones:

La primera es la presencia, el estatus y prestigio internacional de la ciudad y ese nivel no se consigue sin ser muy activos, sin ofrecer eventos permanentemente que genere un posicionamiento de la urbe en el competitivo mapa mundial de las ciudades líderes, de las ciudades-estado.

Hay una dimensión que es clave  y es la que agrupa el aspecto exterior de la ciudad, facilidades de transporte, nivel de los servicios públicos y un hospedaje accesible. Es esencial que la ciudad funcione notablemente para los residentes porque es síntoma de que el gran espacio de convivencia para una comunidad de millares de personas está abierto a los viajeros y a los inversores. Cada gobierno local debe trabajar arduamente en que la vida sea un conjunto de facilidades que atraigan desarrollo.

Otro elemento clave es la gente: diversidad cultural, amabilidad, seguridad. La idiosincrasia de una sociedad atrae o repele. El viajero y el inversor buscan espacios abiertos y nada endogámicos para disfrutar o proyectar sus inversiones.

El pulso de una sociedad es vital para evaluar una urbe. Las cosas interesantes que hacer. Una ciudad proactiva, con iniciativa, con creatividad, con eventos que reinventan constantemente la imagen de esa ciudad aporta la atracción que hoy está faltando al 90% de las urbes del mundo.

Y por último el potencial de la localidad, es decir: las oportunidades económicas y educativas de que dispone. Es la dimensión más compleja porque, a veces, crear esta dimensión demanda  décadas de esfuerzos continuados con una línea de inversiones públicas y privadas muy coherente.

¿Tiene Sevilla reputación o marca?

El Giraldillo. Fotografía de Juan Flores.

El Giraldillo sobre Sevilla. Fotografía de Juan Flores.

El origen de la tan usada palabra brand (marca) viene del antiguo término nórdico brandr, que significa “quemar“, era la marca que se hacía al ganado con hierros incandescentes, que llegó a  Inglaterra con las incursiones de vikingos por el  año 793. En este momento empieza el uso del branding tan necesario en nuestra era de la comunicación.

¿Qué pretendemos con una marca? ¿Con el proceso de branding? Pues es muy simple: grabar, hacer MEMORABLE la marca en el consumidor, posicionarla en la MENTE para cuando necesite algún producto o servicio en esa categoría de compra seamos los primeros. Una marca de ciudad (city branding) debe dejar huella para que cuando se piense en viajar, la marca sea la primera en aparecer.

¿Tiene Sevilla una marca? En realidad no la tiene. La tuvo pero no la mantuvo. Aquel maravilloso 1992, la Exposición Universal donde la grandiosa inversión de todo un país en Sevilla no tuvo continuidad en la construcción y comunicación de su marca mundial. Barcelona92, la sede olímpica, le dio continuidad y coherencia a la inversión de España en los Juegos, y a día de hoy tiene unos resultados claros.

NODO no es una marca. Es el emblema institucional que nos une a la tradición. No representa un reto colectivo, un mundo de sensaciones, un universo de atracción.

¿Por qué necesita Sevilla un buen ejercicio de branding?

  • Porque reporta personalidad e influye en las preferencias de los visitantes al desarrollar lazos emocionales y de confianza más fuertes.
  • Porque muestra tangibles e intangibles.
  • Ofrece más relevancia, mayor presencia y mejor visibilidad.
  • Porque comunica mejor.
  • Conecta globalmente.
  • Comunica los valores cívicos que definen la ciudad y su idiosincrasia.

Las marcas posicionan y se ubican mejor en la mente del viajero, del residente y del inversor. El branding de ciudad debe estar presente en el imaginario colectivo por ventajas reales y diferencias favorables. La marca renueva la autoestima porque permanentemente reenamora al recordar los atributos, valores y atractivos.

¿Qué supone una marca más fuerte?

  • Incremento de la visibilidad.
  • Captación del interés general, de nuevos visitantes.
  • Atracción
  • Fidelización

Sevilla tiene REPUTACIÓN (porque fue capital del mundo, por su patrimonio, por su alegría, luz, artes,…) pero no tiene marca. Hay que crearla entre todos. Una buena marca repercute en todo. La ciudad en su conjunto se revaloriza. Todos ganamos. Y las decisiones compartidas significan CONSENSO y  un gran respaldo social porque una buena marca es para siempre.

Los 700.000 sevillanos residentes son los mejores 700.000 embajadores/portavoces de Sevilla. Los actores de la ciudad son claves en un proceso de branding compartido y dialogado. La aportación generosa de todos consigue unos resultados óptimos.

Desde 1929 que se produjo la primera Exposición Universal hasta hoy ¿cuánto han invertido los sucesivos gobiernos en la MARCA SEVILLA? Hubo dos hitos: la Expo de 1992 y el Campeonato del Mundo de Atletismo en 1999 que no se aprovecharon.

Es el momento de hacerla porque la marca es proactiva y :

  • activa a la sociedad participativa
  • ordena retos comunes
  • aglutina esfuerzos
  • genera autoestima
  • refuerza vínculos

Una marca de ciudad es una decisión estratégica para el medio y largo plazo. No es un logo ni una campaña temporal.

Hay muchas herramientas y métodos para desarrollar un buen city branding, aquí sintetizamos uno:

  • Conocer los retos de la ciudad
  • Acompañar al plan estratégico
  • Diálogo y participación para el consenso
  • Destacar la identidad y singularidad

Es el momento de iniciar un proyecto de city branding que aporte mayor visibilidad a la gran reputación que tiene Sevilla en la historia de la humanidad.

10 razones para crear una buena marca de ciudad

Logo de I love NYC de Milton Glaser

Logo de I love NY de Milton Glaser creado en 1974.

1)   La marca sintetiza la personalidad de la ciudad e influye en las preferencias de los visitantes. Atrae, desarrolla lazos emocionales y de confianza más fuertes. Genera un vínculo de lealtad hacia el viajero, inversor, residente,…

2) Potencia la imagen de la ciudad porque la marca unifica y debe mostrar lo relevante y lo intagible: la idiosincrasia. Esa imagen global ofrece mejor visibilidad.

3) Comunica mejor porque conecta de manera global aportando los valores cívicos que definen a la ciudad. Más comunicación y más transparencia generan más atracción.

4) La marca ordena las prioridades de la ciudad porque nace de las demandas, retos y  acuerdos entre gobernantes y ciudadanos. La marca debe partir de una consensuada reflexión estratégica con una visión, misión y acción.

5) El citybranding es generador de acciones que alientan e implican a toda la ciudad. Contribuye en el diálogo con los ciudadanos para satisfacer necesidades y renovar objetivos.

6) La marca renueva la autoestima porque presenta y recuerda los atributos, valores y atractivos. La ciudad vuelve a enamorar al residente.

7) El citybranding posiciona y contribuye eficazmente a ubicar la marca en la mente del viajero o inversor por las ventajas reales y diferencias favorables que difunde.

8) La buena marca de ciudad crea un conjunto de asociaciones positivas, únicas, fuertes y favorables en la memoria del visitante. Aumenta el vínculo del residente con la ciudad.

9) El proyecto y desarrollo de la marca debe construirse desde el consenso, porque la marca influye de modo integral en la ciudad. Unir la reflexión estratégica al citybranding.

10) La marca de ciudad reporta un liderazgo que va desde el impulso territorial hasta el empresarial, social y político porque muestra unos valores y atributos singulares.