Consejos para optimizar su marca

Hoy recordamos la obra maestra 22 Leyes Inmutables del Marketing, escrito por Al Ries y Jack Trout, dos grandes especialistas que nos explican los principios fundamentales que rigen el marketing. La aplicación correcta de estas normas les puede ayudar a optimizar su marca:

1. Es mejor ser el primero que ser el mejor.

2. Si no consigues ser el primero, crea una nueva categoría en la que puedas serlo.

3. Es mejor ser el primero en la mente del consumidor que el primero en el punto de venta.

4. El marketing no es una batalla de productos, es una batalla de percepciones.

5. El principio más poderoso en marketing es poseer una palabra en la mente de los clientes.

6. Dos empresas no pueden poseer la misma palabra en la mente del cliente.

7. La estrategia a utilizar depende del peldaño que se ocupe en la escalera.

8. A la larga, cada mercado se convierte en una carrera de dos participantes.

9. Si optas al segundo puesto, tu estrategia está determinada por el líder.

10. Con el tiempo, una categoría se dividirá para convertirse en dos o más categorías.

11. Los efectos del marketing son a largo plazo.

12. Hay una presión irresistible que lleva a la extensión de la marca.

13. Siempre hay que renunciar a algo para conseguir algo.

14. Para cada atributo hay otro opuesto igual de efectivo.

15. Cuando admitas algo negativo, el cliente potencial te concederá algo positivo.

16. En cada situación, sólo una jugada producirá resultados sustanciales.

17. Salvo que escribas los de tus competidores, no podrás predecir el futuro.

18. El éxito suele preceder a la arrogancia y la arrogancia al fracaso.

19. El fracaso debe ser esperado y aceptado

20. A menudo, la situación es lo contrario de cómo se publica en la prensa.

21. Los programas que triunfan no se construyen sobre novedades, sino sobre tendencias.

22. Sin los fondos adecuados, una idea no despegará del suelo.

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Bilbao y Bizkaya tienen una nueva marca para impulsar su posicionamiento mundial

“Bilbao Bizkaia Be Basque” es el lema que acompaña al nuevo logotipo y ambos elementos darán forma a una marca innovadora y singular en la estrategia de internacionalización de la ciudad y el territorio para atraer visitantes, empresas, inversiones, eventos y talento.

Bilbao y Bizkaia cuentan desde hoy con una nueva marca conjunta que les identificará y promocionará por todo el mundo. “Bilbao Bizkaia Be Basque” es el lema que acompaña al nuevo logotipo, y ambos elementos darán forma a una marca innovadora, singular y bien diferenciada que combina tradición y modernidad.
La ciudadanía ha participado de forma entusiasta en la elección, tal y como demuestra el hecho de que 13.335 personas hayan tomado parte en la votación popular que finalizó ayer. La combinación de la propuesta ganadora ha sumado 2.558 votos ciudadanos. El jurado internacional ha decidido finalmente elegir un diseño y un lema correspondientes a dos propuestas diferentes que se encontraban entre las diez finalistas, una posibilidad contemplada en las bases del concurso. El logotipo ganador corresponde a la agencia Ros y Etcétera, mientras que el lema ganador es una ida de José Gil-Nogués Villén.
El camino que sigue Bilbao/Bizkaia en su posicionamiento internacional es un ejemplo a seguir por otras ciudades. El trabajo compartido entre ciudadanía, creativos y expertos para elegir la nueva marca es un acierto. Enhorabuena a los promotores de este trabajo.

El color de los edificios de Tirana mejoran su imagen en el mundo

Tirana es un buen referente de la regeneración urbana económica, estética y con repercusión mundial. Edi Rama llegó a la alcaldía en el año 2000 con una ciudad degradada, deprimida, con crisis económica y social.
La estrategia del gobierno de Tirana dirigido por Rama puso en marcha un programa de regeneración urbana que incluyó desde intervenciones básicas como la reparación del pavimento y creación de zonas verdes en el centro de la ciudad. Aunque la intervención más conocida que le ha dio notoriedad internacional, fue la creación de un gran equipo de pintores dedicados a cubrir con colores vivos, brillantes y composiciones provocativas muchos de los grises y tristes bloques de viviendas construidos en la estricta ortodoxia de la arquitectura comunista. Numerosas fotografías en Flickr documentan estas intervenciones.
La revitalización de Tirana le supuso la concesión en 2004 del World Mayor AwardPero, ¿cuál ha sido el resultado en términos de revitalización de la vida urbana en Tirana? Por una parte sus detractores lo critican por invertir hasta un 4% anual del presupuesto municipal en la pintura de las fachadas cuando existen otros problemas mucho más urgentes. Por otra parte, el centro de Tirana ha generado, según diversas fuentes, una intensa vida social. Otra señal indirecta es el hecho de que Edi Rama siga siendo alcalde reelegido con apoyos elevados en sucesivas elecciones. El más importante es que el sector inmobiliario privado ha tomado el relevo de esta iniciativa y utiliza el colorido para los nuevos edificios.
En conclusión, Tirana ha cambiado su rumbo por una acción urbana simple que ha contribuido a darle una nueva imagen que ha calado en su población y ha generado sinergias en favor de una nueva identidad, posicionamiento, diferenciación e impulsa su marca de ciudad en el mundo.

Territorios chinos con la identidad Hakka

La etnia Hakka en el sur de China ha construido desde tiempos de la dinastía Ming –hace más de 600 años– unas construcciones arquitectónicas de gran calidad, funcionalidad y estética. En la comarca del sur de Fujian, repartidas por todas las aldeas que rodean la localidad de Yongding  se encuentra la concentración única de edificios de arquitectura popular de los Hakka.

Estos edificios denominados tolous (edificio de barro) son unas construcciones adelantadas a su tiempo por ser unidades de habitación comunales distribuidas en torno a enormes patios hacia donde miraban las habitaciones superpuestas en hasta cinco plantas. Con mucha coincidencia con los edificios de apartamentos actuales de las grandes ciudades.

Estas miles de estructuras repiten un patrón común: estructura central y patio interior en forma circular o rectangular, aunque se encuentran también pentagonales, semicirculares, elípticas, octogonales, hexagonales,… La construcción exterior es un muro perimetral de adobe de gran grosor (hasta un metro) con pequeñas aberturas a modo de perforaciones en el muro y recoge la estructura porticada interior de madera. Cada tolou es una fortificación muy eficaz.

Además de funcionar estupendamente a nivel estructural, los tolous también lo hacen desde un punto de vista ambiental. Los gruesos muros exteriores dan la inercia térmica allá donde los cerramientos quedan mas expuestos, mientras que la piel interior de madera provista de muchos elementos practicables (puertas, ventanas, celosías) facilitan el control ambiental de una manera mucho mas precisa en el interior.

El centro del patio servia como lugar de convivencia, interacción social, y en los más grandes se construían un templo o lugar de oración, e incluso en algunas, aparecía una microciudad con sus propias calles que repetían el trazado circular concéntrico.

Hay ciudades que pueden caber en un edificio. 100 familias habitando un mismo espacio para protegerse del exterior y para compartir la vida. Esta fórmula arquitectónica nos muestra la realidad del ser humano y su evolución. Los tolous son marca e identidad para una comarca china porque su historia, tradición, belleza y eficacia arquitectónica lo ha demostrado durante siglos y ahora se convierten en únicos en su posicionamiento mundial. 

Ya se pueden visitar y hasta dormir en estas habitaciones, como  en las de un gran hotel moderno. Los tolous se adelantaron 500 años a las vanguardias europeas, a Le Corbusier y Melnikov con sus unidades de habitación en Marsella y Moscú.

Fuente: http://www.ultimobazar.wordpress.com

Los elementos cotidianos son la identidad real de las ciudades

Adjunto el magnífico e interesante artículo de Miguel Ayuso (@mayusorejas) publicado en EL CONFIDENCIAL (www.elconfidencial.com) Enhorabuena por este reportaje que contribuye en el trabajo de creación y desarrollo de la marca de una ciudad.

Cualquier europeo acostumbrado a viajar, y que haya pasado unos días en las principales capitales del continente, no tendrá problemas para distinguir una ciudad con sólo ver una fotografía de sus calles. Casi todas las grandes urbes tienen una identidad que va más allá de sus monumentos característicos, que se refleja en las fachadas de sus viviendas y su mobiliario urbano pero, ¿cuáles son en concreto estos elementos que hacen única a una ciudad?
En torno a 2004, Jan Pinkava, codirector de la laureada película de animación de Pixar, Ratatouille, se preguntó cómo mostrar la ciudad de Paris en la cinta para que fuera absolutamente reconocible. El problema era mayor de lo que podría parecer. “La principal cuestión”, explicó en su día el cineasta, “era saber qué elementos de la ciudad hacen que París sea París. En definitiva, ¿qué elementos proporcionan a la ciudad su aspecto único?”. No le quedó otra que “pasear por París durante una semana como un turista enajenado, mirando cosas, hablando sobre ellas y tomando un montón de fotos”.
El estreno de Ratatouille en 2007 coincidió con el lanzamiento de Google Street View, una herramienta del gigante estadounidense de Internet que habría facilitado enormemente el trabajo de documentación de Pinkava, y que un grupo de investigadores de la Universidad de Carnagie Mellon (Pittsburgh, EE.UU.) y la École Normale Supérieure de París ha utilizado ahora para desarrollar un novedoso software que distingue, de forma automática, los elementos característicos de cada ciudad. El programa detecta los objetos, muchas veces sutiles, como señales de tráfico, farolas o barandillas, que dan a cada ciudad una estética distinguible.
Los investigadores han trabajado con más de 250 millones elementos visuales extraídos de 40.000 imágenes de Google Street View de Paris, Londres, Nueva York, Barcelona, y otras ocho grandes ciudades de todo el mundo. Para encontrar qué elementos son distintivos de cada ciudad hay que tener en cuenta dos factores: que sean representativos y que se repitan con frecuencia. La Torre Eiffel, por ejemplo, es muy representativa, pero no se repite nunca. Y otros elementos, como árboles, coches o muros, se repiten mucho, pero no aportan ninguna información distintiva de la ciudad. El software creado por los científicos estadounidenses y franceses logra distinguir, de entre todas las fotos de calles disponibles en Google Street View, cuáles pertenecen a una ciudad concreta, debido a los elementos característicos de la misma.

En el caso de París, estos elementos son, por ejemplo, los carteles que indican los nombres de las calles (un elemento que suele ser clave en la mayoría de ciudades), las balaustradas de las ventanas o la base de los balcones. En el caso de Barcelona, la única ciudad española participante en el estudio, se distinguieron como elementos característicos distintos tipo de balcones y ventanas, los arcos característicos de los portales del Ensanche, los contenedores de basura y, curiosamente, las palmeras, el único elemento no arquitectónico de todas las ciudades del estudio que ha servido como patrón de estilo.

Una de las ventajas de trabajar con Google Street View es que cada imagen cuenta con su coordenada geográfica exacta, por lo que los elementos distintivos de cada ciudad se pueden colocar sobre un mapa, creando así una imagen de “la parte auténtica de la ciudad”. En resumidas cuentas, se pueden acotar las zonas de la ciudad que son más homogéneas estilísticamente hablando, o que tipo de elementos son característicos de ciertas partes de la ciudad.

En París, por ejemplo,se pueden trazar elementos comunes tan solo a los bulevares o a las plazas, pero también, al tratarse de un software que puede aplicarse a cualquier ciudad del mundo que haya sido escrudiñada por Google, se puede observar qué elementos se repiten en distintas ciudades. Es el caso, por ejemplo, de ciertas estructuras balconadas que son comunes a todos los ensanches europeos del siglo XIX, algo que ya sabían los expertos en la historia del urbanismo, pero que gracias a esta nueva herramienta se pueden geolocalizar, contabilizar y visualizar en muy poco tiempo, y sin la necesidad de desplazarse físicamente. Además, gracias al programa, se han identificado ciertos elementos arquitectónicos que son muy comunes en algunas ciudades, pero no en otras, algo que podría abrir la puerta a nuevos estudios sobre la evolución e influencia cultural de las mismas.
Para desarrollar el software, los científicos dividieron las imágenes de Google Street View en pequeños recuadros. Una vez descompuestas las imágenes, fueron comparando los pequeños fragmentos de cada una con los de otras instantáneas, también de distintas ciudades, para encontrar cuáles se parecían más. Tras discriminar aquellos elementos sin identidad que se repetían en todas las urbes, surgieron patrones característicos de cada ciudad, que, una vez distinguidos, se podían localizar de forma automática.
El programa podría mejorarse para que fuera capaz de analizar todo tipo de elementos, no sólo geográficos Alexei Efros, profesor asociado de robótica y ciencia computacional y coautor del programa, explica que, pese a que la búsqueda de patrones en grandes bases de datos es algo muy común, hasta ahora se había limitado a datos textuales y numéricos: “Rastrear datos visuales es mucho más complejo, y el desarrollo de la minería de datos visual se encuentra en pañales, pero creo que promete. Nuestra técnica permite analizar millones de pequeñas imágenes de forma automática, algo para lo que ningún humano tendría la suficiente paciencia. A la larga nos gustaría crear un atlas digital de todo el planeta, no sólo sobre arquitectura, sino también con elementos naturales”.
El programa, además, podría mejorarse para que fuera capaz de analizar todo tipo de elementos, no sólo geográficos, para estudiar, por ejemplo, qué hace distinguible a los productos de una determinada marca o qué patrones se repiten en la ropa que llevamos a diario. En definitiva, un abanico infinito de posibilidades para las investigaciones sociales.