Tarragona mejorará su marca de ciudad en 2017

Tarragona no quiere quedarse atrás y ya mira a ciudades como Londres y Birmighan para convertirse en una smartcity, para unir el modelo de ciudad tradicional a las nuevas oportunidades que ofrece la tecnología. Ser sede olímpica e innovar en los servicios municipales aportar un valor intangible a la ciudad que mejorará su marca en el mundo y que deberán aprovechar antes, durante y sobre todo después de los XVIII Juegos Mediterráneos.

«Tarragona quiere aprovechar su condición de sede olímpica en 2017 (informa Laura Casas en La Vanguardia) para llevar a cabo una transformación de su manera de funcionar, y ser más inteligente. El concepto Smart City parte de esta filosofía, de innovar en el día a día de la ciudad y hacer que éste sea más cada vez más sostenible y eficaz.» 
Mejora en la red y ahorro energético en la iluminación de la ciudad, optimizar la movilidad urbana, menos consumo de agua, innovar en los servicios municipales, etc. son aspectos claves en la vida de una ciudad que Tarragona quiere mejorar gracias a la tecnología creada para las ciudades con la filosofía de las smartcities. 
Aunque destaca que Tarragona ya «es pionera al haber aprobado una inversión de seis millones de euros en el sistema de telelectura de los contadores de agua domésticos inteligentes en los próximos años para sustituir los actuales dispositivos e instalar unos de nuevos que permitirán a los abonados consultar, a cualquier hora y a través de Internet, el consumo de agua, así como detectar con rapidez cualquier fuga o incidencia.
En la línea del ahorro energético también se circunscribe el proyecto del jardín vertical de la Tabacalera, un espacio verde de grandes dimensiones que ocupa la parte posterior del edificio de la antigua fábrica de tabaco, que se mantiene gracias al agua de la lluvia, evitando el gasto de 26.000 litros diarios por la utilización de un sistema ecológica y económicamente más sostenible. Hay empresas extranjeras interesadas en copiar la propuesta tarraconense.» 

Wang Shu consigue el Pritzker por su nueva arquitectura artesanal

El arquitecto chino Wang Shu, de 48 años, ha sido galardonado hoy con el premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura, por una obra artesanal, respetuosa con el medio ambiente y de gran profundidad filosófica, en la que conviven de forma armoniosa tradición y modernidad.

Wang, nacido el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, en la región autónoma de Xinjiang, sólo ha trabajado dentro de China y ha desarrollado la mayor parte de su obra en Hangzhou, a 170 kilómetros al suroeste de Shanghái, donde dirige desde 1997 junto a su esposa, Lu Wenyu, el Estudio de Arquitectura Amateur.

El presidente de la Fundación Hyatt, promotora de este premio a lo largo de 34 ediciones, Thomas J. Pritzker, informó hoy del fallo del jurado, presidido por Lord Palumbo y del que forman parte el chileno Alejandro Aravena y la británicoiraquí Zaha Hadid, entre otros.

«El hecho de que se haya elegido a un arquitecto chino supone un importante paso en el reconocimiento del papel que va a jugar China en el desarrollo de los ideales arquitectónicos. Además, el éxito del urbanismo chino en las próximas décadas será importante, no ya para China, sino para el mundo entero», señaló Pritzker.

«Este urbanismo, como el del resto del mundo, requiere estar en armonía con la cultura y las necesidades locales» y, en el caso de China, debe compatibilizar «sus tradiciones y su pasado con las exigencias de un desarrollo sostenible», añadió el promotor del galardón.

El premio consiste en 100.000 dólares (unos 74.600 euros) y una medalla de bronce con una inscripción latina en su reverso: «Firmitas, Utilitas, Venustas» (Firmeza, Utilidad y Belleza), el lema de Vitruvio, considerado uno de los «padres» de la Arquitectura.

El futuro son las ciudades inteligentes

El sueño y la promesa de la Smart City ha dejado los laboratorios para convertirse en un nuevo frente para las tecnologías de la información, que pone sus ojos ahora en la reinvención del medio urbano. Su punto de partida es que nuestras ciudades se gestionan por mecanismos obsoletos incapaces de resolver sus problemas, necesitados de una revisión profunda. Esta revisión es una oportunidad para crear una industria inmensa.
Para los gestores políticos, en el paisaje después de la crisis las grandes operaciones urbanísticas y de infraestructuras perderán relevancia, por inasumibles, mientras que los nuevos mecanismos de gestión inteligente prometen renovar la ciudad y atacar muchos de sus problemas sin tocar su capa física. Básicamente, desde la integración de servicios de información y análisis que permitan tomar decisiones casi en tiempo real. En Río de Janeiro, IBM ha desarrollado uno de los centros de mando para la gestión urbana más ambiciosos que se hayan planteado. El Centro de Operaciones de Río es una gran sala de situación que, a imagen y semejanza del Control de Misión de la NASA, ofrece información en tiempo real del estado de los distintos sistemas que gobiernan la ciudad. A partir de 400 cámaras en la calle y de una amplia red de sensores, integra a 32 agencias municipales para intercambiar información que permita resolver crisis urgentes tomando decisiones al instante; desde un corte de electricidad, un aguacero o un atasco interminable. El Centro de Operaciones se presenta como el sueño de cualquier alcalde: un «panel de control» desde el que configurar la ciudad.

Como escribe José Luís Vicente en el blog Ondas de Choque de ElCultural.es (El Mundo), es muy necesario priorizar las inversiones municipales para conseguir ciudades/gobiernos inteligentes desde los que monitorizar los servicios para hacerlos más económicos y menos perjudiciales para el medioambiente. En unas décadas el 75% de la superpoblación mundial vivirá en las ciudades y el equilibrio del planeta será difícil. Los gobiernos de las ciudades en comunión con las empresas que trabajan para crear ciudades habitables y sostenibles tienen la obligación de desarrollar mejoras vitales para nuestro planeta mediante la implementación tecnológica.

Melbourne desbanca a Vancouver como mejor ciudad del mundo para vivir

Un informe de Economist  Intelligence Unit (EIU) desvela que las mejores ciudades para vivir del mundo están en Australia y Canadá. Únicamente dos ciudades europeas, Viena y Helsinki, se cuelan en el podio marcado por las urbes Melbourne y Vancouver. Para encontrar a España hay que viajar hasta el puesto 34, donde Barcelona aparece unos escalones por delante de la capital, Madrid.

Melbourne, la segunda ciudad australiana, encabezó con un índice del 97,5% este ránking elaborado con 140 urbes de todo el mundo en las que se analiza la estabilidad política, la tasa de criminalidad, el acceso a la sanidad o elmedio ambiente, entre otras cosas. De esta manera, ha relegado a Vancouver, que ocupaba el primer puesto del listado desde el año 2002. Entre ambas ciudades se coloca Viena, la ciudad de la música, el mejor lugar en Europa para establecerse.
El ‘top ten’ está plagado de localidades de Australia y Canadá. Así, en el cuarto y quinto puesto se colocan las canadienses Toronto y Calgary, seguidas de las australianas Sydney (6), Perth (8) y Adelaida (9). En el puesto séptimo, se encuentra Helsinki, que rompe la hegemonía de ambos países.
La primera ciudad española, Barcelona, aparece en el puesto 34, mientras que Madrid está a cinco posiciones. Quedan por debajo otras grandes urbes como Roma (50), Londres (53) o Nueva York (56). Tampoco son malas opciones para vivir, de acuerdo con este estudio, París, en el puesto 16 o Tokio, que se halla en el 18.
El continente americano, a excepción de Canadá, no resulta una buena opción para los que busquen una alta calidad de vida. Así, la primera  ciudad de EEUU es Honolulu, que se encuentra en el puesto 26. Mucho más retrasadas están las urbes latinoamericanas: Buenos Aires (62), Santiago (63) y Montevideo (65).
Lo peor del mundo
Un caso significativo es el de Atenas. La crisis económica que asola el país y las revueltas de los últimos meses han relegado a esta ciudad al puesto 67 del ránking. Pero la capital griega no es la única afectada. Las tensiones en los países árabes han provocado un descenso significativo de sus niveles de vida. De hecho, aparecen entre los peores rincones del mundo para establecerse. Así, Argelia, Trípoli o Teherán son una mala opción para establecerse.
Pero el farolillo rojo de este ranking es Harare, situada en Zimbabwe. Antes se pueden encontrar otras ciudades como Dhaka (Bangladesh),  Por Moresby (Papua Nueva Guinea), Lagos (Nigeria) o Karachi (Pakistán).
 El Confidencial. 31-8-2011. 

Ser la ciudad más sostenible ya es una marca de ciudad

La diferenciación y posicionamiento de una ciudad en el mapa mundial es muy variado. Cada municipio puede elegir su segmento y ser los mejores para que todo el mundo lo tenga como referente.

Un estudio de ‘The Economist Intelligence Unit’ (EIU) y Siemens ha evaluado recientemente a 27 ciudades de Estados Unidos y Canadá para definir las mejores actuaciones y políticas medioambientales. El estudio utilizó nueve categorías: emisiones de dióxido de carbono (CO2), eficiencia energética, uso del suelo, edificios, transporte, agua, residuos, calidad del aire y la agenda medioambiental de gobierno.

San Francisco ha ganado esta comparativa entre ciudades líderes y muy desarrolladas. Es la ciudad más sostenible de Estados Unidos y Canadá según el índice verde de ciudades elaborado para el estudio. Nueva York, Seattle, Denver y Boston completan el top cinco de las ciudades verdes estadounidenses.

San Francisco refuerza su marca de ciudad
San Francisco potencia otros atributos y atractivos con el mejor posicionamiento general respecto a la sostenibilidad. La ciudad es líder en asociación con el sector privado en iniciativas verdes. Su mayor fortaleza, sin embargo, se ubica en la categoría residuos.

San Francisco anunció en agosto de 2010 que había logrado una tasa de reciclaje de residuos municipales del 77%, superando la meta del 75% para ese año. Los Ángeles, la ciudad con la segunda tasa de reciclaje más alto en el índice, se las arregla para reciclar un respetable 62%, mientras que el promedio de las 27 ciudades es de 26%.

Sólo en 2008 San Francisco ha desviado de los vertederos más de 1,6 millones de toneladas de residuos. La legislación que obliga a reciclar y compostar, junto con una fuerte aplicación de la misma, se encuentra en el corazón de su política. Desde 2009, los residentes, los establecimientos de comida y eventos organizados, para evitar multas, deben separar los residuos en tres compartimientos separados: los materiales reciclables, compost y la basura.

Por otra parte, San Francisco fue la primera ciudad en los EE.UU. que en 2007 prohibió las bolsas plásticas. Las tiendas entregan ahora bolsas compostables con certificados, bolsas reutilizables o bolsas que tienen un mínimo de 40% de contenido reciclado.